.Lo que le ha pasado a Suecia
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La Primera Ministra sueca admite el fracaso en la integración de los inmigrantes y lamenta que la sociedad se vuelva «demasiado débil». Lo que le ha pasado a Suecia
Martes, 10 de mayo de 2.022 por: Ramon Tomey

( Natural News ) La Primera Ministra sueca, Magdalena Andersson, admitió que la política de multiculturalismo de su Gobierno fue un completo fracaso. También lamentó que la sociedad sueca se volviera “demasiado débil”, lo que provocó que las tasas de criminalidad aumentaran exponencialmente, gracias a los inmigrantes.
“La integración fue deficiente y, junto con [eso], hemos experimentado una inmigración intensa. Nuestra sociedad era demasiado débil, mientras que el dinero para la Policía y los Servicios Sociales era demasiado escaso. La segregación ha ido tan lejos que tenemos sociedades paralelas en Suecia. Vivimos en el mismo país, pero en realidades diferentes”, dijo Andersson durante un discurso el 28 de Abril.
Según RMX News, el Partido Socialdemócrata Sueco (SAP) de la Primera Ministra había estado en el poder durante 28 años. Dentro de ese período, los residentes suecos nacidos en otro país se habían duplicado a dos millones. Los inmigrantes ahora representan el 20% de la población de Suecia. El número de inmigrantes que viven en Suecia es mucho mayor que el de sus vecinos nórdicos, Finlandia, Noruega y Dinamarca, que han adoptado una postura firme contra la inmigración.
El crimen violento se disparó en un 300 por ciento después de que el Riksdag, el parlamento de Suecia, controlado por SAP, adoptara por unanimidad el multiculturalismo. Las violaciones también aumentaron en un 1.472 por ciento después de la medida, lo que impulsó a Suecia al puesto número 2 en la lista de países plagados de violaciones después de Lesotho en el sur de África.
Los tiroteos en Suecia también alcanzaron un récord en 2.021, con 46 personas muertas en 335 tiroteos en todo el país. La mayoría de estos tiroteos ocurrieron en las ciudades de Malmo, Gotemburgo y la capital, Estocolmo, todos puntos críticos de inmigrantes. Las fuerzas del orden suecas son cada vez más incapaces de contener el aumento de los delitos cometidos por bandas de inmigrantes. Lo que contribuye a que el país vuelva a ocupar el segundo lugar en lo que respecta a delitos con armas de fuego, después de Croacia.
La reputación de Suecia como semillero de delitos violentos también ha ido más allá de sus fronteras, muy lejos de su reputación como uno de los países europeos más seguros dos décadas antes. (Relacionado: Suecia pasa de ser uno de los países más seguros de Europa al segundo más peligroso. )
En 2.021, el diario alemán Bild publicó un titular que decía: “Suecia es el país más peligroso de Europa”. Los refugiados que escaparon de la guerra entre Rusia y Ucrania a principios de 2.022 también expresaron su pedido de evitar ser enviados a Suecia, porque el país era “demasiado inseguro”.
Paludan: Suecia debería ser «más cuidadosa» sobre a quién admitir. Lo que le ha pasado a Suecia
Los comentarios de Andersson siguieron a violentos disturbios durante el fin de semana de Pascua que involucraron a inmigrantes islámicos. Los alborotadores atacaron a los agentes del orden y quemaron vehículos policiales, dejando 100 heridos. Los disturbios se derivaron de la quema del Corán, el libro sagrado del Islam, por parte del político de extrema derecha Rasmus Paludan, en barrios con residentes predominantemente islámicos.
Paludan, que encabeza el partido Straight Course, le dijo a la Fundación RAIR en Abril que su objetivo es “educar al público sobre los efectos dañinos del Islam, luchar contra la implementación de la Ley islámica en Suecia y Dinamarca y proteger a los suecos que están bajo ataque de musulmanes”. supremacistas”.
“Suecia ha estado mucho más perturbada por el Islam que Dinamarca. Nuestras acciones han demostrado que la libertad de expresión y la libertad de reunión pacífica ya no existen en Suecia. Ahora, la Sharia es la ley del país”, dijo el político sueco-danés.
Según Paludan, Estocolmo debería tener más cuidado con quién debe ingresar a Suecia.
“Más de un millón de personas en Suecia no creen en la libertad de expresión, la libertad de reunión pública [y] la libertad democrática. A esta gente no le gusta el concepto mismo de democracia”.
También criticó la respuesta impotente de la policía ante la violencia provocada por las bandas de inmigrantes islámicos, señalando que esta débil respuesta resulta fatal cuando se trata de “fuerzas primitivas que solo entienden el lenguaje del poder”.
Paludan calificó el fracaso de la policía sueca para controlar la violencia de los inmigrantes y preservar un derecho constitucional como debilidad física, y agregó que la decisión activa de las fuerzas del orden de no intentar siquiera cumplir su misión equivale a una debilidad mental.
Se pueden encontrar más historias relacionadas en Migrants.news .
Mire este clip de noticias de Russia Today que analiza el problema de inmigración de Suecia y el aumento de la delincuencia que sigue.
Este video es del canal Eddie English en Brighteon.com .
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Comentario de esta Casa.
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Estamos buscando – y no desesperamos de encontrarlo – una artículo de hace mucho tiempo sobre las consecuencias de la admisión indiscriminada y masiva en la Suecia de entonces de inmigrantes musulmanes. De países azotados por las guerras desatadas por cierta potencia no europea, «de cuyo nombre no quiero acordarme».
Que, sorprendentemente, no se caracteriza por admitir una parte importante de los refugiados consecuencia de sus acciones bélicas. El Gobierno socialdemócrata sueco – que sí lo hace, aunque no las provoca – se mostraba muy orgulloso de lo acogedores que eran los suecos. Ese fue el argumento para comenzar el asalto, que «Europa tenía fama de ser acogedora», frase hecha creada «ad hoc«
Pero las escenas de violencia callejera se multiplicaban en nuestra querida Suecia. Y los causantes eran los inmigrantes. Incluso en algún pequeña población en que alcanzaron la mayoría, anularon celebraciones navideñas cristianas.
No hacía falta ser muy perspicaz para darse cuenta del error del Gobierno sueco y del origen de la pesadilla local sueca. Todos los países europeos tenían experiencia de lo que sucede en barrios secundarios que acogen a mayorías de países islámicos. Y no nos guía la ideología, sino la observación.
Y ahora la Primera Ministra entona el «mea culpa» y dice que fue sin querer. No sirve un «mea culpa» verbal después de estar 28 años manteniendo la misma política suicida. Pero no es suicidio. Es crimen organizado, mantenemos aquí. Fue hecho adrede, sabiendo perfectamente las consecuencias de una política así. Porque situaciones parecidas se habían dado ya en países europeos, como Francia. Pero Francia tenía compromisos con sus antiguas colonias. Suecia no.
¿Por qué esa dura afirmación? Porque desde hace décadas, y más de diez, se viene practicando la política de legislar en contra de la propia población y a favor de quienes no se van a integrar en la nación que les da acogida material. Y eso los políticos lo sabían, pero les daba igual. No les daba igual, era lo que buscaban: Dificultar las condiciones de vida de su población. Y lo han conseguido. Por eso hoy, de cara a un futuro incierto, piden disculpas. Tampoco son disculpas, son lavados de cara, son nuevas mentiras, disfrazadas de justificación.
No dicen que la decisión fue adrede. Ni que ya sabían lo que pasaría a la larga. Dicen que la culpa es de que no dieron suficiente presupuesto a la Policía, y a los Servicio Sociales. Nueva mentira. Para que los ciudadanos miren a esos sectores. Y no a los políticos del Parlamento y al Gobierno, causantes del desastre. Hoy se sigue haciendo lo mismo, y no sólo en Suecia, en todo Europa. Aquí también.
Porque el reverso del moneda es que el aborigen, el nacional con dificultades económicas, se ve peor tratado que el inmigrante. Porque no queda presupuesto para él.
Faltaríamos a la verdad si no dijéramos nada del inmigrante, protagonista de este artículo. No cabe ignorar su vivencia previa, el destierro de su lugar natal, su doloroso periplo hasta alcanzar Europa. Las miserias y dificultades que ha tenido que soportar.
Y todo … ¿por causa de qué? De que ciertas Corporaciones de un lejano país necesitan vender armas, aumentar su cuota de petróleo o de cualquier otra riqueza del subsuelo del país elegido. Y el logro de su planes pasa por depauperar al país, y provocar ruina, violencia e inseguridad. Para ahuyentar a las masas sin oficio ni beneficio. Y en el caos que han originado, intervenir y ocupar por las armas lo que no podrían hacer de otra manera.
De modo que el inmigrante ha sufrido más que cualquiera de los europeos que le acogen. Y el origen de su desgracia, su pobreza, su falta de manera de ganarse la vida en Occidente está en ese Occidente. Que saquea los países en vía de desarrollo y no les permite desarrollarse, sino que ponen trabas, tan absurdas como el «futuro verde», las energías verdes, que todos sabemos que es irreal. Pero así a los países menos afortunados se les cierra la vía del carbón. Y a los europeos, la centrales nucleares.
Hacerse con los bienes del subsuelo con el medio más innoble de siempre, la invasión, no es el modelo civilizado, equitativo y adecuado para el siglo en que vivimos. Incluso en la ya lejana Grecia, los bienes del subsuelo – las minas del Laurión – eran del país en que se encontraban «por decisión de los dioses». De forma que modelo correcto ya hemos tenido, desde siempre. Pero mientras manden los peores, tendremos más de lo mismo.
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