Ni pum ni res

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Cultivo microbiano en placa de Petri (Fuente:By DFID – UK Department for International Development – A variety of different bacteria – testing for antimicrobial resistance, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=96027057).

Esta fue la respuesta del Ministerio de Sanidad de España a una solicitud de acceso a información pública, realizada el 22 de julio de 2021:

Ni pum ni res

“El Ministerio de Sanidad no dispone de cultivo del patógeno que solicita para ensayos, y no tiene un registro de los Laboratorios con capacidad de cultivo y aislamiento para ensayos.” (No. de expediente 001-059144, 8 de septiembre de 2021.)

En este artículo, la bióloga Almudena Zaragoza (N.Col. 19086M) responde a la pregunta: ¿Se puede tener secuenciado un virus, sin aislarlo y cultivarlo?

Y explica por qué “el hecho de que el Ministerio de Sanidad no disponga de cultivos virales de los pacientes RT PCR positivos implica que NO HA PODIDO DEMOSTRAR que el virus conocido sea el causante de la enfermedad de ordinal dix-neuf.”

Por Almudena Zaragoza

Lo primero que hay que entender es que la secuenciación no es más que la lectura del código en el que está escrito el patógeno. Una vez leído, se deja escrito en bases de datos genómicas, que quedan para consulta pública.

Siempre que se secuencia, se hace en base a una plantilla preexistente, que en el caso del conocido patógeno, es la plantilla inicial de Wuhan, que convenientemente se subió a las bases de datos, aquel fatídico Diciembre de 2.019 (1).  Ni pun ni res

Para comenzar todo proceso de secuenciación, se hace una PCR previa, con unos cebadores diseñados para buscar unos fragmentos específicos del virus. Ese protocolo RT PCR es el famoso de «Drosten et al. 2020» (2), del que sabemos coincide con «coronaporras» endógenos humanos, como el NL63, asociado al catarro común. Por lo que lo que estamos secuenciando en realidad, son nuestros propios virus endógenos.

Tenemos que entender que toda la epidemia está basada en esa secuencia inicial, guardada en una base de datos y en ese protocolo para la prueba RT PCR de «Drosten et al. 2020«.

Para secuenciar sólo es necesario, por tanto, recoger material genético del paciente positivo en RT PCR. Encontrar las secuencias que buscamos. Y dejar escrito ese código – que nos dicen se corresponde con el virus famoso – en una base de datos.

Es en el cultivo donde vienen los problemas. Para establecer que esa secuencia guardada en esa base de datos, es el patógeno mundialmente famoso, de cada persona positiva en PCR, se debió hacer un cultivo viral. Sin cultivo viral no se puede establecer relación causal entre el positivo en RT PCR y la enfermedad del patógeno famoso. Es decir, no se confirma ese positivo.

Sin embargo, pese a la importancia de hacer cultivos virales,

no se ha hecho ni uno solo, a ningún paciente positivo en PCR, en toda España, ni en todo mundo  Ni pun ni res

Es muy sonado el caso de Wuhan, en el cuál, tras 10 millones de PCR, no se consiguió ni un solo cultivo con partículas virales viables (3).

Poder establecer que esa secuencia génica a la que han llamado «patógeno causante», es la causa de la enfermedad sería muy sencillo. Cogeríamos material nasofaríngeo o de esputo de una persona RT PCR positiva y lo incluiríamos en un cultivo de células normales del aparato respiratorio humano, células sanas.

Si estas células sanas muestran citopatogenicidad (es decir se observa que el patógeno se multiplica y destruye dichas células), habríamos demostrado la relación causa-efecto entre el bichejo tantas veces mencionado y la enfermedad del patógeno famoso.

Y recalco lo de células sanas, porque los únicos cultivos del mundo que existen de este presunto virus son en células VERO (de mono verde) y células cancerígenas. Ambos tipos de cultivos virales por sus características biológicas, hacen crecer cualquier virus que cultives en ellas. Por lo tanto no valdrían para establecer la causalidad.

El hecho de que el Ministerio de Sanidad no disponga de cultivos virales de los pacientes RT PCR positivos implica que NO HA PODIDO DEMOSTRAR que el patogeno famoso sea el causante de la enfermedad que lleva el numeral veinte menos uno. Por lo que esas personas enfermas y fallecidas, podrían haberlo sido de otras causas, sin posibilidad de que su caso haya sido correctamente estudiado.

Así mismo, los enfermos habrían sido incorrectamente diagnosticado. Y, por tanto, habrían recibido tratamientos erróneos, por no hablar de los confinamientos de miles, quizás cientos de miles de personas, sin motivo ninguno.

Referencias.  Ni pun ni res

(1) https://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa2001017
(2) https://www.eurosurveillance.org/content/10.2807/1560-7917.ES.2020.25.3.2000045
(3) https://www.nature.com/articles/s41467-020-19802-w

Visto en: Mente Alternativa

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