Lo que nos puede llegar si no tomamos medidas

El 10 de Marzo, la revista especializada escocesa Scottish Housing News publicó un Informe alarmante del mayor constructor de Escocia, Barratt Developments Scotland. Muestra que el 51 %, la mayoría de los escoceses, no podía permitirse el lujo de calentar o iluminar sus hogares. Se vieron obligados a vivir en casas frías y con las luces apagadas. Ya que de otro modo no podían permitirse pagar la electricidad.

Las facturas de gas y electricidad han aumentado aún más en los últimos meses. Y el sistema de apoyo del Gobierno del Reino Unido a las facturas de Energía finalizará a finales de Marzo. Lo que ejercerá aún más presión sobre los hogares británicos, que ya están en dificultades. 

Los que más sufren son los ancianos y los enfermos. Sobre todo los que padecen enfermedades pulmonares y asma. Esto se ve agravado por el moho que causa enfermedades. Y que se produce en los climas interiores fríos y húmedos. Los casos reportados de viviendas dañadas por moho en Escocia han aumentado un 25 % desde 2.021. Decenas de miles de escoceses ya están afectados.

Es alarmante oír hablar de personas que viven en el frío y la oscuridad para ahorrar dinero en las facturas.

– Steve Mariner, director de ventas y marketing de Barratt Developments

Se teme que miles de personas mueran como resultado de estas condiciones. Ya el invierno pasado, más de 7.400 británicos murieron a causa del frío en sus hogares. Pero desde el invierno pasado, los precios de la electricidad se han duplicado, por lo que se cree que la cifra será significativamente mayor este invierno. Sólo en diciembre de 2022, 1.047 británicos, en su mayoría ancianos, murieron como resultado del aire frío y húmedo en sus hogares. Esto es un 36 por ciento más que en diciembre de 2021, lo que indica que es probable que más de 10.000 británicos mueran este invierno debido al frío en sus hogares… o más bien, a la pobreza, al no poder pagar la electricidad.

Vuelven los calzoncillos largos del abuelo.Lo que nos puede llegar si no tomamos medidas

La encuesta muestra que muchos ahora se ven obligados a recurrir a trucos que alguna vez usaron sus abuelos para mantenerse calientes durante el invierno con medios simples, como usar calzoncillos largos o sellar los huecos de las puertas. Resultó que el 58 por ciento, nuevamente la mayoría de los encuestados, ahora usan habitualmente ropa interior térmica en casa para hacer frente al frío en sus hogares. El 40 por ciento cubre los huecos debajo de las puertas y el 41 por ciento ha colgado gruesas cortinas tanto en puertas como en ventanas. La gente se calienta bajo mantas y con velas de té. Una cuarta parte utiliza mantas eléctricas en la cama, en lugar de calentar el dormitorio. El 57 por ciento de los encuestados ha apagado los radiadores de habitaciones que rara vez o nunca utiliza, y parece que se ven obligados a vivir en una parte más pequeña de sus hogares.

Los más afectados son, como es habitual, las familias con niños. Y los ancianos. Pero también destaca otro grupo de edad. Se trata de la llamada Generación Z, los nacidos entre 1.997 y 2.013. En este grupo de edad se encuentran adultos jóvenes de hasta 26 años, muchos de los cuales trabajan online desde casa.

La encuesta muestra que casi dos tercios de esta categoría de edad se ven obligados a apagar las luces y bajar tanto la temperatura que a menudo enferman. Es especialmente grave cuando afecta a un grupo que trabaja en gran medida desde casa. Ya que se ven obligados a respirar el aire crudo y patógeno creado en hogares demasiado fríos las 24 horas del día.

Esto está sucediendo en el alguna vez rico y poderoso Reino Unido. Que hace sólo cien años era el Imperio más grande de la Historia mundial.

La Agencia Sueca de Salud Pública advierte contra el hecho de tener una casa demasiado fría y escribe:

“Demasiado frío en el interior puede afectar la presión arterial y se cree que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y vasculares y enfermedades relacionadas con los pulmones. El reumatismo y determinadas enfermedades musculares también pueden verse afectados negativamente si hace demasiado frío. Las corrientes de aire pueden causar problemas musculares, rigidez en el cuello e irritación de los ojos”.

La Agencia de Salud Pública recomienda investigar las temperaturas interiores si caen por debajo de los 20 grados centígrados. Esto es para garantizar que la «temperatura operativa» no caiga por debajo del valor guía de 18 grados Celsius. La «temperatura operativa» se refiere al promedio de la temperatura del aire y la temperatura de la superficie circundante. La Agencia de Salud Pública también afirma claramente que se trata de un mínimo absoluto. Escriben en su sitio web:

“La temperatura interior debe tener en cuenta a las personas que necesitan una temperatura interior más cálida. Para los grupos sensibles, la temperatura debería ser 2 grados más alta. Ejemplos de personas sensibles pueden incluir personas mayores, personas con problemas de movilidad, personas con reumatismo y personas con metabolismo más bajo. La oficina municipal de protección del medio ambiente y la salud puede decidir si una persona pertenece a un grupo sensible”.

Si la temperatura es más baja, se insta a los afectados a que se pongan en contacto con su arrendador o con la asociación de viviendas. La Agencia de Salud Pública escribe entonces:

“Si no se toman las medidas suficientes, el siguiente paso es ponerse en contacto con la oficina de protección del medio ambiente y la salud del municipio. Pueden exigir que el propietario investigue y posiblemente remedie la temperatura interior”.

Escasez de alimentos y racionamiento.Lo que nos puede llegar si no tomamos medidas

La situación se ve agravada aún más por la creciente inflación, con un rápido aumento de los precios de los alimentos y de las tasas de interés. La encuesta muestra que el 55 por ciento de los encuestados estaban muy preocupados por el aumento de los tipos de interés. Esto no sólo afecta a los propietarios de viviendas con préstamos, sino también a los inquilinos, ya que los propios propietarios suelen estar endeudados. En general, es una mezcla de crecientes costos de intereses, electricidad, combustible, alimentos y otras necesidades. El aumento de los tipos de interés y de los costes energéticos afecta prácticamente a todo. Por ejemplo, las tiendas de comestibles se ven obligadas a pagar más en alquiler, electricidad y transporte. El aumento de sus costes, además de los ya elevados costes de compra de los distribuidores, se suman a los ya elevados precios de los productos.

También hay una razón menos conocida para el aumento de los precios de los alimentos, que es la disminución de las cosechas, lo que reduce la oferta mientras la demanda permanece igual o aumenta. Las menores cosechas se deben principalmente al clima más frío que Nya Tider ha estado a la vanguardia de los informes desde 2019. En Europa, por ejemplo, España y los países del norte de África, de los que importamos, se han visto afectados por malas cosechas.

Esto también se debe al aumento de los precios de la energía, que han acabado en gran medida con la producción de fertilizantes artificiales fuera de Rusia y algunos otros países que siguen teniendo energía barata. Europa ha visto cerrar gran parte de su industria química y de la producción de fertilizantes artificiales. Sin fertilizantes artificiales, casi la mitad de la población mundial se quedaría sin alimentos. Por lo tanto, la marcada reducción de la producción a nivel mundial tendrá un impacto devastador en la seguridad alimentaria mundial.

Europa también se ve afectada por el cierre de los cultivos de invernadero, que abastecen al continente de una gran parte de sus frutas y verduras, viéndose obligada a cerrar durante los meses de invierno debido a los elevados costes de la calefacción. Esto no sólo crea escasez sino que hace subir aún más los precios. En el Reino Unido, esto ha sido evidente en las tiendas de comestibles, donde los estantes estuvieron vacíos durante febrero y marzo. En ocasiones, la situación ha sido tan grave que se ha introducido un racionamiento, la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Los clientes sólo pueden comprar tres tipos de verduras y un máximo de dos de cada una. Un ejemplo de ello es la cadena de supermercados Morrison.

Esto ha obligado a muchos británicos a comparar precios en múltiples tiendas para encontrar todo lo que necesitan, en la medida de lo posible. Se espera que los tomates, por ejemplo, sigan escaseando hasta finales de abril. Dado el empeoramiento de la situación de seguridad alimentaria, muchos temen que el racionamiento, que esta vez ha sido implementado por empresas privadas, pronto pueda ser ordenado por el Estado. Algunos creen que esta es una de las principales razones por las que la UE y muchos países occidentales están acelerando la digitalización y la vigilancia de las compras de alimentos. Un ejemplo de esto es Noruega, que el año pasado comenzó a registrar todas las compras de alimentos, dónde y qué tipo de alimentos compran todos los noruegos. Muchos temen que se trate de un paso hacia un futuro sistema de racionamiento digital.

Cero neto: Una mentira.Lo que nos puede llegar si no tomamos medidas

Vale la pena recordar que Escocia se ha jactado de ser la mejor del Reino Unido en la transición de su producción de Energía a la “Energía Verde”. Especialmente con numerosas turbinas eólicas. En 2.019, los principales Medios de Comunicación publicaron titulares como «¿Por qué Escocia es líder en Energía Renovable?» (Noticias ITV). Ahora, la realidad se ha puesto al día.

Es notorio que las turbinas eólicas funcionan mal durante el invierno. Tan mal que a menudo consumen energía en lugar de producirla. Esto se debe a que es necesario calentarlos, para evitar las heladas durante el invierno. Utilizando energía de la red eléctrica habitual, o de generadores Diésel. Los defensores de la “Energía Verde” y las Compañías eléctricas guardan silencio al respecto.

 

«Hay una auténtica escasez, pero es autoinfligida. Podríamos haber optado por subsidiar la Energía este invierno como hicimos con otras Industrias. Justin King, ex Director Ejecutivo de la segunda Cadena de Supermercados más grande del Reino Unido, Sainsbury’s,            sobre la escasez de frutas y verduras.»

Este invierno fue excepcionalmente frío en Escocia. La tensión en la red eléctrica que alimenta las turbinas eólicas fue tan grande que la Compañía Eléctrica escocesa se vio obligada a calentar sus turbinas eólicas utilizando grandes cantidades de generadores Diésel. Intentaron mantener esto en secreto. Pero se filtró (ver NyT v.10/2023). Ésta es una razón importante por la que los escoceses fueron los que más sufrieron en el Reino Unido este invierno.

Sin embargo, no son sólo los escoceses, sino todos los británicos los que se ven afectados por la “transición verde”. Que es todo menos verde. ya que la reducción del dióxido de Carbono conduce a una reducción de la vegetación. Y, por tanto, de la vida silvestre. Es decir, menos alimentos para la humanidad. La agenda supuestamente verde ya está golpeando duramente a la producción de energía. También daña y aumenta los costos de producción de alimentos. Ya que los altos precios de la Energía resultantes han llevado a una fuerte reducción en la producción de fertilizantes artificiales. Y a numerosos cierres de invernaderos en toda Europa.

La Agenda Verde no implica una transición gradual y comprobada con seguridad energética preservada. Sino que impone el cierre no sólo de Plantas de Energía alimentadas con combustibles fósiles. Sino también, por ejemplo, de plantas hidroeléctricas, que, según se afirma, amenazan o destruyen la vida silvestre (ver NyT v.27-28). /2022).

Cuando la crisis energética se vuelve incontrolable, se imponen medidas de emergencia. Que a menudo implican la reactivación de Centrales Eléctricas alimentadas con Carbón, que realmente contaminan el medio ambiente. Lo hemos visto en varios países de la UE y Estados americanos. El Reino Unido también se ha visto obligado a mantener en espera sus antiguas Centrales Eléctricas de Carbón. Y debe hacerlo, durante al menos un año más, para evitar una catástrofe el próximo invierno.

El cierre de estas Plantas se ha pospuesto varias veces. Los propios operadores, la Empresa británica Drax y EDF, propiedad del Estado francés, quieren cerrarlas antes de finales de Marzo. Esto se debe a que ya han retirado a parte del personal y no pueden encargarse del Mantenimiento, que debe planificarse con mucha antelación.

Ahora ha surgido la extraña situación en la que los políticos, impulsados ​​por una Agenda, que han estado ansiosos por cerrar las Centrales Eléctricas, están rogando a los Propietarios que las mantengan abiertas hasta la Primavera de 2.024.

Sabiendo que la producción energética de un país es directamente proporcional a su producto interno bruto (PIB), un hecho que el establishment y sus medios ocultan, sabemos que “Cero Neto” en la práctica significa desindustrialización y niveles de vida drásticamente reducidos. Peor aún, y algo en lo que muy pocas personas reflexionan. Es que el «Cero Neto» afectará a las naciones occidentales, sus Empresas y sus poblaciones, mientras que las Corporaciones Multinacionales y la Élite globalista más rica pueden comprarse su parte mediante derechos de emisión. O simplemente controlando a los Gobiernos occidentales, como lo hacen ahora. El «Cero Neto» se aplica a nosotros, pero no a Ellos. Algo que todos deberían recordar la próxima vez que el establishment y sus medios de comunicación lo defiendan.