Los franceses se echan a la calle claramente contra Macron
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( Natural News ) Las protestas dirigidas por trabajadores de cuello azul que estallaron en París han cambiado de tono de centrarse únicamente en el fiasco de las pensiones a exigir que se les sirva la cabeza del presidente Emmanuel Macron en bandeja.
Esta es una forma de hablar, por supuesto, ¿ o no ? Algunos manifestantes escribieron algo en la pared de un edificio en París sobre el despliegue de la guillotina. Estableciendo paralelismos con la Revolución Francesa del pasado.
“Hemos pasado de una crisis social, sobre el tema de la jubilación, a los comienzos de una crisis democrática”, dijo Laurent Berger, líder de la Confederación Democrática del Trabajo de Francia, el Sindicato laboral más grande y moderado de Francia.
“La ira está aumentando. Y ante nosotros tenemos un Presidente que no ve esa realidad”.
En la misma pared se menciona una guillotina, ciertamente en referencia a Carlos III y su viaje planeado. Pero ahora pospuesto, a París para cenar con Macron en el Château de Versailles. Allí se lee un mensaje simulado gigante de Macron a los trabajadores franceses: “Tú me eliges, yo decido, y tú te callas”.
En otras palabras, Macron asumió el cargo e inmediatamente se convirtió en un tirano. Ignorando las preocupaciones de sus electores. Y debido a que Macron se niega a tomar las protestas en serio, ahora todos los ojos están puestos en él. Mientras los franceses exigen respuestas y acción.
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¿Quién tiene menos apoyo público: Macron o Biden?Los franceses se echan a la calle claramente contra Macron
Según The Seattle Times , toda esta charla sobre revolución y guillotinas es casi una recreación del levantamiento popular ocurrido en 1.789. Que llevó a la guillotina del Rey y la Reina. Así como a la abolición de la monarquía tres años después.
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Independientemente de a dónde conduzcan al final estas nuevas protestas, es obvio que Macron no es popular entre los franceses. Que cruzó una especie de línea roja en todo esto, que ha provocado que la gente diga: ¡Que le corten la cabeza !
En un momento en que las encuestas mostraban que dos tercios del país se oponían a la Ley de jubilación que inició todo esto, Macron la aprobó de todos modos. A pesar de que nunca fue votada por la Cámara Baja del Parlamento.
Desde entonces, la popularidad de Macron se ha desplomado con solo un índice de aprobación del 28 %. Esto podría ser incluso tan bajo como el índice de aprobación del falso presidente Joe Biden, menos los inmigrantes ilegales y las personas muertas, a quienes los medios estadounidenses probablemente «encuestaron» para aumentar las cifras.
La Ley francesa estipula que la forma en que Macron gobierna desafía la Constitución de la nación. Punto. Macron claramente siente que está por encima de la Ley. Al igual que Biden,excepto que en Francia realmente salen a las calles para hacer algo al respecto.
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“De hecho, es precisamente porque Macron consideró que su Proyecto de Ley para aumentar la edad de jubilación podría no sobrevivir a una votación, pero su Gobierno tenía más posibilidades de hacerlo, por lo que optó por utilizar el 49.3 de arriba hacia abajo, visto por sus críticos como anti-democrático”, informó el Times sobre cómo Macron pudo aprobar la impopular Ley que eleva la edad de jubilación.
Para empeorar las cosas, Macron le restregó en la cara al público que aprobó su Ley de jubilación de manera inconstitucional, comparando el retroceso que resultó con la «insurrección» del edificio del Capitolio de los Estados Unidos del 6 de Enero de 2.021, que fue claramente un montaje de bandera falsa.
“Lo que hemos visto es la extrema verticalidad del poder del señor Macron”, dijo Berger. “A nuestro Sindicato le gustaría entablar negociaciones y llegar a un compromiso. Pero para eso se necesitan dos”.
Las últimas noticias sobre la situación en Francia se pueden encontrar enCollapse.news .
Las fuentes para este artículo incluyen:
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Comentario de esta Casa. Los franceses se echan a la calle claramente contra Macron
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Hace nada un antiguo Vice-Presidente de Pfizer – que dimitió, se salió de aquel antro de víboras, y ahora denuncia los crimenes de las Farmacéuticas – hablaba sobre lo mismo, el futuro de los criminales. Se vio en Twitter anteayer. Y era tajante: Condena a muerte o cadena perpetua. Como los manifestantes franceses. Que protestan por cosas mucho menos graves que lo que han hecho los Gobiernos con las «inyecciones salvadoras». Pero tienen en común que unos y otros, la Big Farma y los Gobiernos, obedecen al Plan Genocida: Hacer la vida difícil, desagradable y, finalmente, corta, a la población mundial. Y hay que empezar a dar, no sólo recibir.
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Y no debemos extrañarnos de la «inasequibilidad» de uno y otro mandatario. Fueron elegidos para otra cosa. Pero ellos han cambiado y pretenden que no nos demos cuenta del cambio. Para que el lector lo entienda. Para comprender el poco caso que hacen ambos Presidentes a los que ellos llaman, «la plaga», imagine que este próximo verano los mosquitos de todo el mundo forman una «Liga Mundial de Mosquitos». Su plan es negociar con los humanos un «Nuevo Orden Mundial»: Que los humanos se dejen picar por los mosquitos sin protestar, ni reaccionar malamente. Porque ellos también son seres vivos, tienen sus derechos, y de algo tienen que vivir. ¿Les daríamos la oportunidad de negociar condiciones, sentados a una mesa? Ni les entenderíamos. Pues para los Genocidas somos algo parecido a los mosquitos. De forma que ni nos oyen, ni les interesa lo que murmuremos. ¡No entienden nuestro lenguaje! Por eso sólo cabe la acción. Como hacen los franceses.
Y debemos copiar la táctica del enemigo, y empezar a anunciar con antelación nuestros planes a corto plazo, nuestras ideas de futuro para con ellos. Lo que les espera cuando se desmorone su «castillo de naipes». Porque no es otra cosa la pretensión de hacerse con el poder mundial. Y deshacerse de más del 90% de la población mundial, según Georgia,. Y todo ello cuatro «listillos», prepotentes y descerebrados. A los que nadie ha elegido para ser nuestros «cuidadores». Ellos mismos se han designado, nombrado y establecido para esos cargos en los Gobierno ficticios de Davos, Londres, Washington, Nueva York y Bruselas. Cabezas más insignes han caído a lo largo de la Historia. Sin ir más lejos, en la propia Francia.
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A una persona normal, con un Coeficiente de Inteligencia sólo mediano, no le pasa por la cabeza la ideas de cargarse al 90% de los casi 8.000 millones de personas que pueblan hoy el planeta Tierra. Y si alguien, cercano o lejano, le propone participar en semejante empresa, el sujeto mentalmente lúcido le mira a los ojos – aun con ojos de incredulidad – ve que el otro habla en serio, se da media vuelta y se va. Y si el conspirador ha sido engañado y se ha embarcado con los chiflados – pensando buenamente que el Plan era otra cosa más civilizada – a la vista de los desastres que han causado, es hora ya de que se desmarque, de la forma que menos le perjudique, y se distancie clara y públicamente de sus antiguos compañeros de felonía. Que otros que sospechen lo mismo – que sus mentores no estan bien de la cabeza – seguro que hay en el propio Davos, Bruselas o dondequiera que se encuentre.
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Que cuando el barco genocida zozobre de manera evidente, no nos vengan con lágrimas de cocodrilo, suplicando «amnistía» – como hizo la otra australiana – asegurando que fueron engañados, que no se dieron cuenta, que no pensaban que la cosa iba a llegar tan lejos, y demás zarandajas. Han tenido más de tres años para abrir los ojos. Si no los han abierto en todo este tiempo es poque eran de los que no querían ver. De los que seguiam los pasos de su Führer particular. De los que pensaban que iban a medrar en el Nuevo Orden de las cosas. Que han sido trafulcas, alimañas, traidores, criminales y asesinos en serie y han metido la pata hasta el corvejón (1).
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Y no merecen volver a disfrutar de libertad para poder repetir lo mism. Ni educar a su descendencia en tales ideales siniestros. Lo mínimo, condena por un Tribunal popular a muerte, o a cadena perpetua, los que sean declarados culpables de crímenes contra la Humanidad. Que no menos es lo que han cometido. Y Tribunal popular, porque … los Jueces y los Fiscales … son casi tan criminales.
(1) ¿Qué es meter la pata hasta el corvejón? Esta expresión se emplea para decir que alguien se equivoca, comete un fallo o un error. Si la equivocación, error o fallo es muy grave se suele emplear: Meter la pata hasta el corvejón. Corvejón: El equivalente a nuestra rodilla en los animales.
Los franceses se echan a la calle claramente contra Macron
