De cuando la Ciencia sabía poquito Siglos 18 y 19

De cuando la Ciencia sabía poquito Siglos 18 y 19

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           En esta serie, que promete tener al menos 4 artículos, vamos a tratar de comprender el pasado y el futuro de nuestro presente. Que no es demasiado halagüeño, ni favorable. Hay demasiadas fuerzas empeñadas en destruirnos. Pruebas de ello han dado en los tres años pasados. Aunque la preparación lleva gestándose desde hace siglos. Tal vez no muchos, un par o tres.

 

           Para no escribir sobre la arena de la playa, nos fijaremos en los sucesos posteriores a Thomas Malthus (1.766-1834). Y en concreto, en la publicación en 1.798 (Malthus tenía 32 años) de su libro «Ensayo sobre los principios de la población como impacto a la mejora de la sociedad, con comentarios sobre las especulaciones del Sr. Godwin, Condorcet y otros escritores». Este era su título completo. Fue una publicación anónima, lo que puede indicar la certeza del autor de que no iba a ser bien acogido.

 

           La tesis más conocida de Malthus es que la población crecía en progresión geométrica, es decir, duplicándose cada cierto número de años, cada vez menos. Tal que 2, 4, 8, 16, etc. Mientras que los alimentos crecían en progresión aritmética, como crecen los números, 1, 2, 3, 4, etc.

 

           De este planteamiento central resultaba la necesidad de controlar a la población, o llegaría el caos. Ello sirvió a algunos grupos para, en el extremo, promover posturas genocidas.  

 

           En primer lugar, centrémonos en la época en que Malthus lanza al mundo su teoría. Estamos a finales del siglo XVIII, allá por 1.790. Es el final del Viejo Régimen y está fraguándose la Revolución Francesa, que se inició el 5 Mayo 1.789 (23) – 9 Noviembre 1.799.  

[Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_francesa]

 

           El problema de estas generaciones de los siglos XVIII y XIX es que teorizan con bases incompletas, por no decir erróneas. Y la causa es, en gran parte, que por insuficiencia de información disponible en el mundo, mezclan una porción de Ciencia con parte no despreciable de creencia, o de suposición personal. Suposición personal que carece de base por error no deseado, o por ser un simple apoyo a sus ideas preconcebidas.

 

De cuando la Ciencia sabía poquito Siglos 18 y 19

 

 

           Para explicar la unión de Ciencia con creencia, tendríamos el ejemplo de César Cantú, historiados italiano, (1.804-1.895). La obra por la que César Cantú es más conocido mundialmente es su “Historia Universal”, publicada en Turín entre 1.838 y 1.846. [https://www.cesarecantu.it/biografia/]

 

           Era la época en que la Biblia era todavía fuente de conocimiento histórico. Y César Cantú dedica 6 capítulos – del 5 al 10, ambos inclusive – en su primer Tomo de la «Historia Universal», arriba escaneada, a describir la historia del pueblo hebreo en épocas antiguas.

 

           La Ciencia estaba tan poco desarrollada que, en los muchos campos en que faltaba aportaciones de la Ciencia, el que quería aportar algo novedoso acudía a las creencias extendidas, o mezclaba con la Ciencia sus opiniones personales. En un mundo en el que sólo los tenidos por “investigadores” leían cientos de libros, la mayoría de la población aceptaba la información dada por ellos: Eran mucho más ignorantes que los que escribían libros.

 

De cuando la Ciencia sabía poquito Siglos 18 y 19

 

           Thomas Malthus es el caso del que unió a lo conocido por la Ciencia sus propias aportaciones imaginativas, sin base científica ni real alguna.  Malthus nace en 1.766 en una familia muy bien situada de la sociedad británica. Se forma en el Jesus College desde los 18 años. Saca un Doctorado en Arte a los 25 años. Pasa a ser miembro del Jesus College a los 27. Comienza a estudiar para el sacerdocio. Se ordena a los 31. Publica su libro a los 32Se casa a los 38. Saca plaza de Profesor de «Historia y Economía Polítíca» a los 40. Se hace amigo de David Ricardo – famoso economista, que sí que aportó teorías válidas – a los 45. Adquiere prestigio en su nación. Muere a los 68 años.

 

           No podemos saber de qué fuente obtuvo Malthus la acertada idea de que la población crecía en progresión geométrica. En esto su fuente era correcta. Pero la regla de que los alimentos crecían  en progresión aritmética, es decir, mucho más lentamente, es una completa barbaridad. Si comparó la población en su tiempo con la evolución en los 3 siglos anteriores, debiera haber hecho lo mismo con la producción de alimentos. Y comprobaría que la producción en 1.800 era significativamente mayor que tres siglos antes, apenas terminada la Edad Media. Pero de esos datos no se disponía.

           

           El hecho es que Malthus no amplió posteriormente los datos que diera en su libro de 1.798. A pesar de las críticas que pronto le llovieron de que sus fundamentos empíricos de los famosos crecimientos eran muy débiles. Da la impresión de que no tenía nada más que decir, porque no podía añadir nada más, ninguna confirmación de su temeraria tesis del crecimiento aritmético de los alimentos. Y en ello quedó todo, en su palabra.  

 

           Pero tampoco había datos históricos que la desmontaran.  Y ello propició que su tesis no fuera rebatida de manera estadística, numérica. No obstante, surgieron críticas que daban por imposible su postulado de las diferentes velocidades de crecimiento. Pero otros grupos encontraron la tesis de Malthus aceptable y la hicieron suya. Entre ellos estaban los más ricos.

 

           En el próximo artículo veremos qué verdad hay en la idea de Malthus de que, aunque en su tiempo la población mundial era de 1.000 Millones de habitantes, podría llegar a los 256.000 millones en 300 años. La evolución, según Malthus: 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256. Y veremos qué datos ignoró. Trate de adivinarlos el lector. Pista: Ocho generaciones.

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