Otra voz valiente que se suma a la denuncia de la situación.

Por Astillas de Realidad

          El Coronel Luis Enrique Martín Otero, especialista en Bioterrorismo y armas biológicas, se atreve a formular en pleno directo televisivo en Horizonte, el Programa de Iker Jimenez, el diagnóstico de la situación que estamos viviendo. Con una Humanidad reducida a la más bovina sumisión ante una situación que no tiene nada de contingente o improvisada. Sino que responde al milimétrico Plan de una Élite eugenésica, que no va a dejar de apretar la soga en torno a nuestros cuellos. Sin detenerse ante el coste en vidas y sufrimiento humano que su macabro Plan conlleva.

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Comentario de esta Casa.
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          Las afirmaciones del Coronel no son nada del otro mundo. Dice lo que todos sabemos que está pasando. INcluso lodice muy suavemetne, cuidando las plabara ,pa rano ser demasaido explícito. Lo insólito, lo que convierte un discurso manido en noticia es que ¡¡¡lo dice en un programa de Televisión, oh!!!
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          En Televisión normalmente está prohibido hablar con realismo de la situación actual, de lo que está pasando en la calle, en el mundo. Para eso están los Presentadores, que siguen al milimetro el guión bendecido por la Dirección. Y si algún tertuliano improvisado empieza a tocar una tema habitual, enseguida el Presentador le interrumpe, para que cambie el tercio o no se entienda bien lo que dice. Y si hace faslta le cortan «por falta de tiempo».
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          No hay tiempo para contar la realidad. Hay que decir las fórmulas estereotipadas, absurdas, embusteras, que ordena el programa oficial de la Casa. No ahy timepo para debates osbre los temas de actualidad. Eso obedece a una razón evidente: Las teorías en bogam, de moda, oficiales, no resisten la menor revisión por perosnas entendidas,. formadaas, con estudios de esos temas. Lo argmentos que se airean son absurdos, de hacer reír. Pero sólo al que es entendido en esos temas.
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          Por eso no pueden soportar un careo público, un debate en directo. Porque van a quedar en el ridículo más espantoso. Y por eso no aceptan tenerlos. Están en inferioridad de condiciones. La Ciencia les da la espalda. O más bien, ellos han dado la espalda a la Ciencia. Y sólo hablan para ignorantes, para crédulos, para niños, para locos, para gente sin capacidad de reflexión, de raciocinio. 
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          Es la nuestra una experiencia insólita. Que todo se haya dado la vuelta y la mentira reluzca como verdad. Que la verdad sea rechazada y ridiculizada, como si fuera mentira odiosa. Cuando en una sociedad sólo se admite la versión que da el poder. Cuando se acallan las opiniones contrarias, y se las ridiculiza, esa no es una sociedad normal. Es una sociedad bastarda, enferma, adulterada, podrida. Habrá que volver cuanto antes a la Sociedad con mayúsculas, a la que siempre hemos tenido. Y dejar atrás para siempre esta caricatura. Que sea cuestión de meses.
                        
Hablando con mucho cuidado para no herir ni salir despedido