Cambio de directrices o alto el fuego
.
.
.
Editorial
.
Algo pasa. Esa impresión se tiene en esta Casa. Tiene el aspecto de que ciertas actividades se han interrrumpido. Y la más visible y evidente son los Chemtrails. Por enésimo día consecutivo, los cielos en esta parte de Europa lucen limpios. como siempre fueron, de un azul inmaculado. Sólo alterado por un Sol radiante, que esparce su luz sin obstáculos. Da la impresión como si hubiéramos retrocedido 10 años, a los tiempos felices en que no sospechábamos nada de lo que se nos iba a venir encima. No es que no se trabajara en nuestra contra. Es que no nos dábamos cuenta de tal cosa.
De forma que se impone reflexionar. ¿Va a durar esta tregua mucho tiempo? O bien, mejor aún, ¿va a durar? Podría durar. Y podría no durar. ¿Qué causa puede tener esta variación? Y siendo necesarios muchos miles de aviones para mantener la chaladura más grande del siglo, la imaginación se va hacia los aparatos. Necesarios para mantener esa cortina de trillones de partículas de todo tipo de elementos perjudiciales en el aire. Bajando lentamente hacia nosotros, los humanos.
Pudiera ser que necesitaran los aviones para otros menesteres. Para otras misiones más efectivas, más inmediatas, más propias de esos aparatos. Que no se pensaron, ni se construyeron, para esparcir por el aire el contenido de bombonas y taques llenos de líquidos mortíferos. A esparcir indiscriminadamente por el casquete terráqueo que ordene la Superioridad.
Los aviones deben arrojar productos mortíferos, pero contra un enemigo. No contra la Humanidad de manera amorfa, indiscriminada, a cierra ojos. Se nos dijo que el Mercado Común, que la Comunidad Económica Europea, que la Unión Europea, se hacían para que en Europa no hubiera más Guerras. Para que alguien de Europa no iniciara una Guerra de consecuencias catastróficas. Para vivir en paz …
Pero ahora los mismos que crearon todas esas Instituciones, tan benéficas, tan beneficiosas en teoría, ponen todos los medios para que se inicien Guerras en la propia Europa. Como la de Ucrania, una guerra absurda, innecesaria, iniciada desde 1.991. Lentamente, avanzando poco a poco, paso a paso, nación ex-soviética a nación ex-sovietica. E iniciadas las hostilidades en 2.014, en la Plaza de Maidán. Tratando de ganar tiempo con una treta sucia, los Acuerdos de Minsk. Sólo se deseaba ganar tiempo, porque se iba perdiendo la iniciaitiva. E intervino toda la Europa del Oeste en el engaño.
Y ahora no se quieren recordar tales Acuerdos. Se practica la equidistancia. No es que Europa no cumpliera los Acuedos. Ni que Ucrania no cumpliera lo Acuerdos. Nadie recuerda que siguió bombardenando el Este de Ucrania desde 2.015 a 2.022. Matando a su propia población. Es que «nadie quería» cumplir esos Acuerdos. Y así los articulistas tendenciosos tratan de reescribir la Historia. Busque el Lector en la red.
Y como la Guerra de Ucrania languidece, y va fatal, se organiza un frente nuevo. Y se recurre a un tipo de pueblos menos calmados, calculadores y sensatos que los que habitan en torno a Ucrania. Pueblo fogosos, exaltados, animados por odios seculares. Y, tanto si van a operar en serio, como si es solo un movimiento táctico, se retiran aviones de distracciones sin sentido. Y se les asigna a operaciones auténticamente militares. O al menos esa impresión se quiere dar a quien corresponda.
Habrán dicho en el Estado Mayor de algún Ejército: «Oye, que no podemos dar la impresión de que vamos en serio en esto, si tenemos a media flota tirando mierda puñetera en nuestros respectivos continentes. Que dejen de hace el minga en Europa y América, y que se vengan para aquí, tú. Que ya está bien de majaderías.» Y se han ido. Y nos han dejado los cielos tranquilos y azules. A ver cuánto nos duran así. Esta sería una posibilidad.
Se agradecerán ideas alternativas por parte de Lectores avezados a estas cosas.