La tormenta perfecta nos afectará a nosotros quizás

La tormenta perfecta nos afectará a nosotros quizás

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La tormenta perfecta nos afectará a nosotros quizás
La “tormenta perfecta ha llegado”: ​​Hambruna, guerra, caos y un invierno frío y oscuro.

Por Mac Slavo

Visto en: Activist Post

             El Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, David Beasleydice que ha llegado la tormenta perfecta. “Una tormenta perfecta encima de una tormenta perfecta – dijo recientemente Beasley – ha llegado a nuestra puerta”.

             Beasley está instando a la gente a donar a la ONU, particularmente a las naciones del Golfo y a los multimillonarios. Pidiéndoles que den unos días de ganancias, para abordar una crisis con el suministro de fertilizantes en este momento. Y evitar una escasez generalizada de alimentos el próximo año. “De lo contrario, habrá caos en todo el mundo”, dijo Beasley en una entrevista con Associated Press.

             Sin embargo, este caos no va a afectar a la clase dominante, a los de la ONU o a los multimillonarios que él cree que van a ayudar. El caos, el hambre y la guerra son para los esclavos. Mientras que los gobernantes continúan viviendo sus vidas en el lujo de controlar a todos los demás.

             Beasley dijo que cuando se hizo cargo del PMA hace cinco años y medio, solo 80 millones de personas en todo el mundo se dirigían hacia la inanición. “Y estoy pensando, ‘Bueno, puedo sacar al Programa Mundial de Alimentos del negocio’”, dijo. 

             “Dentro de eso hay 50 millones de personas en 45 países llamando a la puerta de la hambruna”, dijo Beasley. “Si no llegamos a estas personas, habrá hambruna, inanición, desestabilización de las naciones, a diferencia de lo que vimos en 2007-2008 y 2011. Y habrá una migración masiva”.

             Este año, dijo Beasley, la guerra cerró los envíos de granos de Ucrania (una nación que produce suficientes alimentos para alimentar a 400 millones de personas). Y redujo drásticamente los envíos de Rusia, el segundo mayor exportador de fertilizantes del mundo y un importante productor de alimentos, según un informe de Strange Sounds .

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             Pero en cambio, podemos ver la escritura en la pared y sabemos que todo esto estaba planeado. Pueden culpar al «cambio climático» o a la estafa. Pero aplastar la cadena de suministro de alimentos siempre ha sido una parte necesaria de la Agenda general de esclavitud permanente. La gente hará cualquier cosa para alimentar a sus niños hambrientos.

             Se acerca el invierno y parece que este podría ser uno para los libros de Historia. Con una escasez histórica de alimentos básicos y fertilizantes, malas cosechas, almacenes de alimentos en llamas y avances de la guerra, el caos podría ser un eufemismo. Tenemos que estar preparados para cualquier cosa que estos sociópatas nos lancen.

Fuente: SHTFplan

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Comentario de esta Casa.

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             Lo primero que nos parece que hay que hacer es conocer quién es el firmante de la información y cuál es su credibilidad, su papel en la situación actual. Porque puede ser un periodista de investigación, un freelance, puede ser un periodista comprado, o puede ser – como es nuestro caso –  un Alto Cargo de un Organismo como la ONU. LA ONU, que con su «Agenda 2030», está siendo uno de los motores – si no el más potente – de las políticas tomadas en los últimos años. que todas ellas conducen, por acumulación, al desastre que se está viniendo encima.

             Y ahora sale pidiendo que los más ricos hagan aportaciones de caridad, para alimentar a los más pobres y desheredados. Todo parece indicar que es un intento de justificarse, de entonar no un «mea culpa», sino un esbozo de acto de caridad, de empatía, hacia las víctimas más evidentes, los países subdesarrollados. Y así, advierte, se evitarán las migraciones en masa. Aquí le damos el valor que tiene, ninguno. Después de avivar la llama y crear el incendio, avisar de que se llame a los bomberos no es ningún mérito. Por más que se intente que lo sea.

             Y el solidarizarse con los que van a sufrir la hambruna, provocada de manera orquestada en todo el orbe, es una muestra de cinismo, más que de cualquier cosa positiva. Pero ellos piensan así, que mostrando lágrimas de cocodrilo se redimen del mal hecho. Esas lágrimas no se pueden tener en cuenta. Son falsas, un intento de justificación, que parezca que han hecho algo en favor de las víctimas de sus propias tramas. Que esto lo digan los mismos que han provocado todo el desastre es … execrable, repugnante.

             La gran duda es si los efectos de las medidas que han puesto en marcha los genocidas repercutirán allá donde vivimos. Y en qué grado destruirán el orden establecido, la normalidad habitual. Porque de ser así, convendría tomar las medidas que estén en nuestras manos. Desde suponer que allá donde residimos no va a pasar nada, hasta prepararse para el peor de los escenarios hay un abanico muy amplio. La normalidad actual ya la conocemos. Implica que todo sigue abierto. Por eso no hay que tomar medida alguna. Podemos ir al Supermercado, al Banco, a la Farmacia, a las tiendas, tenemos servicio de basuras, los Hospitales funcionan con normalidad, hay electricidad y agua todo el día … todo sigue la marcha habitual.

             En el extremo opuesto, si llega a fallar todo, ¿qué haremos? Y ahí es donde tenemos que hacer un esfuerzo de imaginación y decidir si nos queremos preparar para alguna contrariedad. Qué puede pasar y qué podremos hacer si los alimentos empiezan a faltar en los Supermercado. Si los Bancos se ven afectados por quiebras de otros Bancos punteros, que ya se anuncian en países europeos, como Alemania o Suiza. Y cierran los cajeros automáticos, como ya ha pasado en algún otro país. Y cierran las oficinas.

             Si se dan escenas de saqueo de comercios y éstos, por precaución, deciden cerrar. O si la inseguridad se extiende por las calles y se implanta el caos. Si la electricidad falta demasiadas horas al día. Y con ella falta el agua en las cañerías. O si la calefacción tiene que reducirse, porque el combustible no lo pueden pagar los vecinos. O no se puede adquirir. Si las gasolineras cierran por falta de suministro. Y todas las adversidades que el amable lector pueda suponer.

             En fin, el lector debe posicionarse. Son muchas las voces que avisan de que llegan tiempos difíciles. Más difíciles que nunca los hubo en nuestras vidas. Y si esa situación dura todo el invierno, hasta Marzo, ¿está el lector seguro de que lo soportarán, él y los suyos, con ánimo decidido y suficientes medios de subsistencia? Es en la normalidad, cuando somos una sociedad provista de todo, cuando hay que tomar las medidas, si hemos decidido tomarlas. Luego, en plena crisis, en pleno caos, todo se volvería mucho más difícil. Tal vez incluso imposible.

             Una solución para quien pueda tomarla, irse a vivir al medio rural. Allá la comida está más cerca, más a mano, está por todos los lados. Y el agua. Y las chimeneas de leña en las casas. En una gran ciudad todo es más difícil, más escaso, comparado con los miles de habitantes de la ciudad. Y el que no pueda poner esta solución, agudice el ingenio para afrontar un futuro incierto. Habrá medios de subsistir. Los alemanes ya están cortando ramas de árboles para poder calentarse en invierno. Y árboles … hay muchos. Agudizar el ingenio …

             Pero que el aislarse para mejor subsistir no impida seguir trabajando como hasta ahora. Para el retorno de la Normalidad de siempre. No de ninguna «Nueva». Para el derrocamiento de los traidores. Y para la restitución de la autoridad a la población. De donde nunca más permitiremos que salga. Que para dirigirnos haya que demostrar que se tiene Ética. Que se es digno de la confianza suprema. Niñatos de familias bien, ambiciosos sin moral y «trepas» corruptos al poder, nunca más.                             

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