Florida se opone a la moneda digital programable
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ABR 1 2.023.
Florida anunció una legislación para proteger a sus ciudadanos de la moneda digital del banco central (CBDC) impulsada por Biden. Florida se opone a la moneda digital programable
Por Flgov.com
Visto en: Trikooba
El 20 de Marzo, el Gobernador Ron DeSantis anunció una legislación integral destinada a proteger a los habitantes de Florida de la militarización del sector financiero por parte de la Administración Biden, a través de la implementación de una Moneda Digital del Banco Central (CBDC).
El Gobernador Ron DeSantis anunció una legislación integral para proteger a los floridanos de la militarización de la Administración Biden del sector financiero, a través de un Banco Central de Moneda Digital (CBDC).
La Propuesta legislativa protege a los Consumidores y las Empresas de un CBDC controlado federalmente al:
- Prohibir expresamente el uso de una Moneda Digital de Banco Central adoptada federalmente como dinero dentro del Código Comercial Uniforme de Florida (UCC).
- Instituir protecciones contra una moneda central global, prohibiendo cualquier CBDC emitida por una Reserva extranjera o un Banco Central extranjero sancionado.
- Pedir a los Estados afines que se unan a Florida en la adopción de prohibiciones similares dentro de sus respectivos Códigos Comerciales, para luchar contra este concepto en todo el país.
“Los esfuerzos de la Administración Biden para introducir una Moneda Digital de Banco Centralizado se tratan de vigilancia y control”, dijo el Gobernador Ron DeSantis. “El anuncio de hoy protegerá a los Consumidores y las Empresas de Florida de la adopción imprudente de un ‘dólar digital centralizado’, que sofocará la innovación y promoverá la vigilancia del Gobierno. Florida no se pondrá del lado de los Planificadores Económicos Centrales. No adoptaremos políticas que amenacen la libertad y la seguridad económica personal.”
“El Gobernador DeSantis está por delante de la curva cuando se trata de proteger los derechos individuales. Una Moneda Digital del Banco Central es la piedra angular de un Gobierno federal que podría rastrear todas y cada una de las transacciones que ocurren en el mundo”, dijo el Oficial Principal de Finanzas del Estado, Jimmy Patronis. No habría privacidad. Y si no hay privacidad, no hay derechos”. Del mismo modo que Florida está luchando contra el IRS, tenemos que luchar contra este programa. Así es como protegemos la libertad y la prosperidad”.
“Esta Propuesta continúa el sólido historial del Gobernador DeSantis haciendo retroceder a un Gobierno federal extralimitado”, dijo el CEO de la Foundation for Government Accountability, Tarren Bragdon. “Nuestro dinero dice «En Dios Confiamos». La moneda digital del Banco Central lo cambia por «In Government We Trust». Eso está mal y estoy agradecido por el continuo empuje del Gobernador de una burocracia DC fuera de control.”
Una moneda digital del Banco Central controlada por el Gobierno federal es la forma más reciente en que las Élites de Davos intentan introducir por la puerta trasera ideologías como la ambiental, social y de gobernanza (ESG) en el sistema financiero de Estados Unidos, amenazando la privacidad individual y la libertad económica.
A diferencia de una moneda digital descentralizada, una CBDC está directamente controlada y emitida por el Gobierno a los Consumidores. Dando a los burócratas del Gobierno la capacidad de ver toda la actividad de los Consumidores y el poder de cortar el acceso a bienes y Servicios para los Consumidores.
Además, un CBDC sancionado por el Gobierno federal, tal y como propone la Administración Biden, disminuiría el papel de los Bancos comunitarios y las Cooperativas de Crédito en nuestro sistema financiero. Ya que la moneda CBDC sería una responsabilidad directa del Gobierno federal, en lugar de una Institución financiera autorizada, lo que reduciría el poder de préstamo del mercado.
El anuncio de hoy se basa en una serie de medidas adoptadas por el Gobernador para impedir la proliferación de la ideología woke en el sector financiero y en la vida cotidiana de los estadounidenses y en los continuos esfuerzos de la Administración Biden por promover un Estado de control central, incluido el liderazgo de una Alianza de 18 Estados para luchar contra el fraude financiero ESG de Biden.
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Comentario de esta Casa.
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Es un primer paso de oposición a la estafa de la falsa moneda digital programable que los Genocidas quieren introducir en nuestras vidas. Y con la que nos convertirían en esclavos absolutos de ellos. Ya se ha explicado la razón de llamarlo «Estafa». Es una autentica estafa, hecha por la Administración a sus ciudadanos.
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La primera vez que hicieron una jugada similar, aunque en distinto campo, la salud. Dijo Bruselas que las inyecciones eran «eficaces y seguras». Eficaces al 95%. Nadie explicó qué significaba eso. Y nadie lo sabía. Pero lo del 95% sonaba muy bien. Y, sin pensarselo dos veces, gran parte de la población, quizás el 80 % o incluo más, corrió a los lugares a los que fueron citados por anuncios sin firma y sin membrete. Asi que nadie se hacía responsable. Nadie firmaba la convocatoria. Ninguna Entidad, institucin u Organismo figuraba en la citación. Y habia que ofrecer tu brazo para el pinchazo.
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Pinchazo que no era un simple pinchazo, sino la introducción en las venas del respetable de substancias que nadie sabía qué objetivo tenían. Cuando no se habían dado noticias de las pruebas realizadas que justificaran el 95% de seguridad voceado. Para la que no había habido tiempo siquiera. No para ver los efectos a medio y largo plazo. ¡Era igual! ¡¡Bruselas lo había aprobado!! ¡¡¡Nuestro Gobierno lo respaldaba!!! ¿Qué podemos temer?
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Pues ahora, con lo de las monedas digitales programables, sucede lo mismo. Dirán que es la solución para disminuir los incendios forestales, para evitar la inseguridad bancaria, porque aquí respoden el Estado. Que es para luchar contra el terrorismo. Dirán el mismo tipo de mentiras que tan bien saben elaborar. Lo acompañarán de palabras técnicas, de la jerga financiera, que el ciudadano dela calle no ha oído nunca en su vida. Y con eso se las darán de entendidos. Incluso de expertos innombrables, como los que recluta el Gobierno.
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Pero en realidad lo que quieren es que les entreguemos nuestro dicnero. Y a cambio nos den un apunte en una cuenta suya a nuestro nombre. Cuenta del dinero en efectivo que les hemos transferido. Que les hemos donado, dado, entregado, engañados. Dinero que administraremos con nuestros móviles inteligentes. Suficientemente inteligentes como para recibir las órdenes de bajo qué condiciones ese dinero, que ya es del Banco Central, puede gastarse.
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Qué condiciones tiene que cumplir el teórico dueño de ese dinero. Y qué condiciones tienen que cumplir los productos que compre el sujeto con ese dinero que figura a su nombre. Pero que tutela y define el Banco Central. Y si no quiere el Banco Central que compremos carne, no podermos comprar carne. Y si quiere que compremos cada mes 50 euros de alimento hecho de gusanos, lo tendremos que comprar, o caducará ese dinero. El dinero que creíamos nuestro. Pero que ya no lo es. O lo es en las condicones que dicta el Banco Central, nuestro Banco amigo.
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Este es el mundo, lector, que nos espera, si consentimos de nuevo. Otra vez. Más abajo.
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