Denis Meadows explica cómo debe ser el planeta de 2050
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Denis Meadows explica cómo debe ser el planeta de 2050.
Comentario de esta Casa. Denis Meadows explica cómo debe ser el planeta de 2050
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Este «pájaro» es el que, con alguna ayuda, escribió el libro «Los límites del Crecimiento» en 1.972, para el Club de Roma. Entidad que estuvo en el origen del «Mercado Común» europeo. Que luego sería la «Comunidad Económica Europea». Y más tarde, la «Unión Europea». No sólo económica, sino también política.
Hace ya meses supimos aquí que el Club de Roma, el Centro en el que se coció todo, era una Entidad cuyos miembros iniciales tenían abiertamente mentalidad malthusiana. Defensores acérrimso de que somos ya demasiados. Es decir, mentalidad genocida. Todo el Plan se presentó como una manera de evitar que en Europa hubiera más guerras fratricidas. Lo cual estaba muy bien. Era una motivacion noble, aceptable. Lo de siempre: Los motivos iniciales, maravillosos, sublimes. Saben vender.
Y todos los europeos la aceptaron. Lo que no sabíamos era que detrás, en el fondo, había un deseo de facilitar la despoblación planetaria. Y para eso era muy conveniente eliminar el mosaico de naciones europeas, independientes y díscolas. Y sustituirlas por una Europa Unida. Donde la autoridad estuviese en un sólo lugar, Bruselas. Y, dominando ese centro, se dominaba todo Europa. Y se ha conseguido ese objetivo. Ahora sólo falta la despoblación sistemática, bien llevada, poquito a poco, «petit a petit», que dicen los franceses.
De forma que no es estraño que se recurra la «pájaro» Meadows cuando de defender el «calentamiento global» se trata, como en este vídeo. Todo lo que apunte a «despoblación» es del gusto de este singular y anormal espécimen.
Notese cómo da cifras sin base alguna. Sólo su imaginación. Tan pronto dice que el planeta debe tener 1.000 millones habitantes, un billón estadounidense (no un millón de millones, sino mil millones. Eso es un «billón» USA.) como lo amplía al doble. O a 7.500 Millones. Porque todo son juegos de su retorcida mente.
Tampoco sabe decir con claridad cómo se logrará que esa brutal disminución se lleve a cabo sin que la población proteste, se rebele o destruya a los genocidas. Ese detalle no está claro aún. Y es de notar la elección de las palabras, para que esa barbaridad sea descrita y pueda ser aceptada por las víctimas: «Que el conflicto no se resuelva a través de la violencia, a través de la fuerza, sino más bien de otras maneras.»
¿Y cómo quieres que reaccionen la víctimas, hermoso mío, cuando se den cuenta de que sus gobernantes van a por ellas, a liquidarlas? ¿Haciendo rogativas en las iglesias de la nación? Eso es lo que temen, la reacción del personal. Y se forjan la ilusión de que van a salir ilesos de tal reacción, los muy infelices …
Por eso intentan retrasarla todo lo posible. Y cuando les llega el momento de apretar fuerte, de golpear con dureza, con la brutalidad necesaria … se arrugan y se echan para atrás. Lo estamos viendo ya.
Queda argumentado que es conveniente vigilar lo que se dice los del otro bando. Para hacernos una idea de por dónde nos vendrán los tiros. Y así sabremos defendernos. Porque encima pretenden los Genocidas que no se defiendan, que de violencia, nada. Que las víctimas permanezcan calladas, temerosas, sin hacer nada …
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