Siete líneas de defensa que fallan

sí que lSiete líneas de defensa que fallan

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Con mi agradecimiento al Autor de este vídeo desolador

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Siete líneas de defensa que fallan

Comentario de esta Casa.  Siete líneas de defensa que fallan

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          Era un niño sano, alegre, sociable. Tenia toda la vida por delante. Pero nació en un momento delicado, especial. Tuvo mala suerte. Le falló demasiada gente. Lo hicieron los dos bandos.

          Le falló el bando de los Criminales. Los Genocidas Supremos le fallaron a toda la Humanidad. Tal vez porque ellos no son aún plenamente humanos. Ni parcialmente. Pero no le hubiera pasado nada al niño de nuestra historia si no hubieran colaborado otros muchos niveles de responsabilidad. Grupos de personas que se asociaron con los Promotorers Iniciales, o Supremos. Y se convirtieron también en Genocidas.

          Se les unieron los Políticos principales de la Nación, el Gobierno. Todos ellos estaban comprados por los Genocidas Supremos. Los corruptos también fallaron. Traicionaron a la Humanidad y traicionaron a este niño. Firmaron los Contratos de Compra de productos que todos sabían que no eran seguros. Pero pudo más su ambición. Y firmaron. 

          Hay una Institucion de Defensa del Consumidor para temas de Salud en Estados Unidos, el Organismo Regulador, los CDC. Son los que aprueban una medicación nueva. Hasta los ciudadanos de a pie sabían que no había habido tiempo para hacer las ensayos clínicos a medio y largo plazo. Ellos también lo sabían, pero a pesar de eso dieron su aprobación a que se pudieran poner a disposición del público, que totaliza 332 millones de personas. Fallaron en su obligación. Pero, como los Políticos de altos vuelos, tenían una explicación, les habian sobornado.

          Y los viales fueron al Estado en que residía el niño. Y allí nadie se interesó tampoco. En Washington le habían dado el «Visto Bueno» … «Ya estarían bien», opinó el Consejero de Sanidad local. Nadie cumplió con su obligación. Un nuevo fallo en la cadena de mando.

          Los Médicos también sabían, mejor que nadie, la falta de tiempo para poder hacer los ensayos clínicos a medio y largo plazo. Sabían perfectamente que una vacuna precisa del orden de 6 a 8 años para salir al mercado con todas las garantías. Tiempo que no había pasado desde que se descubrió digamos el Virus. Y saben que si se dan tres o cuatro muertes en personas vacunadas al poco tiempo de ponerse la vacuna, se para la campaña y se retira el producto del mercado.

          Sí, los Médicos fallaron en la campaña. Vieron como todo el mundo acudía a vacunarse, confiando en las Autoridades y en los Médicos. Porque en Occidente hay una cultura de vacunarse. Porque las vacunas son buenas. «Salvan vidas», insistieron en los medios de comunicación de todo tipo, oficiales y privados. Hasta aquí, la línea de mando. Los culpables del engaño. El bando agresor. Con mayor o menor responsabilidad, que habrá que verla en su día.

          Saltamos a la parte de las víctimas. Muchas personas creyeron que las vacunas salvaban vidas. Pero no todos. Un porcentaje minoritario se informó. Tal vez entre un 20 y un 30%. Porque vieron detalles sospechosos, atípicos. Como la falta de tiempo para hacer ensayos clínicos a medio y largo plazo. Apenas pasaron 10 meses entre la irrupción de brote letal y la vacunación de la población. El tiempo que hubo para informarse. El que no se informó fue porque no quiso. No sintió la necesidad. No sospechó nada. 

          En la línea de las víctimas, al niño le fallaron sus padres. Fueron de los confiados. De los que no vieron peligro. Porque a un niño de meses no habría previsiblemente presiones para vacunarlo en la Guardería. No en Enero de 2.021, en la primera oleada … Era la última línea de defensa del niño. Habían fallado anteriormente cinco líneas de defensa del Ciudadano: Los Genocidas, el Gobierno federal, los Reguladores, el Estado en que vivian las víctimas y los Médicos. Desgraciadamente, le falló la última línea de defensa, sus padres. Los únicos que lo van a sentir en el alma.

          Los demás todavía fingen ignorar las consecuencias de sus actos …

           

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