Editorial sobre la situacion a Abril de 2024
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Ahora tenemos todos los datos sobre la mesa. Todos los que se puede pretender conocer a estas alturas de la contienda. Más adelante conoceremos más detalles. Pero las posturas y las conclusiones de hoy hemos de construirlas con los datos que conocemos hoy. Con nuestra memoria, nuestro sentido común y con las deducciones que logremos extraer de lo vivido. Y tan importante como interpretar bien lo padecido va a ser comprender cómo está el adversario. Qué problemas tiene, qué le va bien, qué puntos fuertes todavía tiene. Y más aún, cuáles son sus debilidades.
Las tres bazas que les quedan nos parece tenerlas bien definidas: El Tratado de Pandemias, el dinero digital de Banco Central, para no decir de Ellos, de sus gobernantes cómplices. Y la falsa invasión extraterrestre. Porque otras amenazas más cotidianas, parece que les van a requerir un tiempo que apostaríamos que no tienen. Como las «ciudades de cuarto de hora», invento estúpido donde los haya. Utopía teórica, mal pensada, que resulta ser una idealización de mentes desquiciadas.
Se puede encerrar a una minoría en un gueto en tiempo de guerra, por parte de un Ejército armado. Como sucedió en Varsovia. Pero no se puede encerrar a toda la población de una nación con la autoridad y la fuerza de los Concejales de su propio municipio. Bastó la rebelión pacífica y nocturna, durante dos noches consecutivas, de los habitantes de Oxford para que el Municipio se declarara vencido y depusiera las armas, sus Acuerdos municipales, las cámaras y las vallas. ¿Quiénes son ellos?
Los coches eléctricos y la prohibicion de disponer de automóviles los particulares. Que sólo puedan viajar Ellos. Ellos y sus cómplices. Las carreteras, todas para Ellos. Pero Ellos viajar no en coches eléctricos. Esos, prohibidos tajantemente. ¿Por qué? Porque explotan las baterías y el incendio tiene tal virulencia que ni los Bomberos pueden apagarlo con sus medios habituales. Y los que viajan dentro no siempre tienen la posibilidad de salir a tiempo. No sólo los coches. Las motos eléctricas se incendian y provocan incendios en los sótanos en que se hace la carga nocturna. Está pasando en China. Las primeras Empresas dedicadas a fabricar tal invento ya están quebrando, porque la demanda se está reduciendo drásticamente. A nadie el gusta morir achicharrado.
Una segunda «falsa pandemia». No parece que la gente vaya a caer dos veces en la misma trampa. Hasta los Grandes Inversores han dado la espalda a la Coalición Genocida, dándose de baja en el «Gran Club del Cambio Climático». Porque los Grances Empresarios han visto que esta gente ha dejado de ser una fuente de ingresos. No vale la pena seguir con Ellos. Hay que marcar distancias y abandonar el caballo no ganador. O lo pagarían más adelante. Cuanto más lejos, mejor. Y cuanto antes. Hasta el Papa les ha dado la espalda. Y ahora ya se atreve a contrariar las políticas de Davos, recomendando la paz en Ucrania. Y a revindicar los valores de su Iglesia, a la que hace dos años daba la espalda.
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O la reducción de los alimentos. Para sustituirlos por los engendros que pretenden fabricar. Que nadie quiere. Y no digamos la utopia de que comamos insectos. Ni siquiera molidos o pulverizados. Porque la Quitina que les recubre, pulverizada, sigue siendo tan perjudicial y cancerígena en polvo como molida en la batidora. Alguna Empresa holandesa donde el Puertas enterró millones ya ha ardido. Y otra está cerrada y llena de moho, por cese de fabricación, al otro lado del Atlántico. Otra Plan mal intencionado y absurdo. Hecho sin contar con sus fuerzas, con prepotencia y falta de visión de futuro.
Ya se ha defendido aquí que su Plan de despoblación hay que retirarlo de la circulación. Porque tienen que haberse dado cuenta de que nadie lo respalda ya. Sólo ellos. Ni los BRICS, que con sus nuevos afilados alcanzan casi la mitad de la población del planeta. Ni los Grandes Empresarios, que se arruinarían todos con una población de unos pocos millones de habitantes con capacidad de compra. Frente a los 7.600 millones que hay ahora. Que son los que dan vida a sus Empresas y valor a sus acciones. Sin Clientes no hay Ventas, ni hay beneficios, ni hay acciones por las nubes, sino por los suelos. Con despoblación rabiosa, los Billonarios, los dueños de miles de millones, quedarían convertidos en simples millonarios de menos de 10 Millones cada uno. Unos desgraciados fracasados, vamos, según sus criterior actuales.
Eso lo saben. Lo ven venir. ¿Y qué hacen? Acelerar sus últimas bazas. Intentarlo todo. Fingir que todo marcha viento en popa. Porque lo que más temen es la deserción de sus cómplices, los Políticos y Profesionales sin escrupulos que participaron e hicieron posibles sus canalladas. A lo que tienen terror es al derrumbe de su «castillo de naipes». Porque ahora se dan cuenta de que era un «castillo de naipes». Sin consistencia, sin resistencia. Pura apariencia. Que, casi sin hacer nada, la Resistencia lo está haciendo tambalear. Y tiemblan. Todos ellos, los de Arriba y los de abajo.
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