Detalles asombrosos
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En esta labor de búsqueda de la causa principal, o «causa desencadenante», nos basaremos en varios indicios. Ningún indicio, aisladamente, puede ser definitivo. Pero si se descubren varios indicios independientes – no relacionados entre sí – y coincidentes – o señalando el mismo origen – sí que podremos pensar que hemos encontrado la «causa desencadenante». Dicho esto, oigamos cómo vivieron el suceso un matrimonio que vive en Chiva, una población tierra adentro.
Hay dos datos en el que la testigo y el Doctor en Ciencias y experto en Climatología del día pasado coinciden: En que las nubes descargaron durante 20 horas seguidas (entre 15 y 20 ,decía el Doctor) sobre la misma zona. El segundo hecho en el que coinciden, en que esto era sumamente extraño. Máxime, dice la testigo presencial, cuando hacía «un viento del demonio».
Veamos el viento que hacía bajo al tormenta, grabado por otro testigo presencial, desde dentro de su coche. Obsérvese el camión amarillo, que vuela. Arrastrado por el viento y, aparentemente cuesta arriba.
Si estamos ante un suceso luctuoso y anormal, atípico, incomprensible, haremos bien en dar importancia y no perder de vista cualquier detalle de estas caraterísticas. Y la permanencia de las nubes descargando lluvia durante 20 horas sobre la misma zona es el detalle que nos hemos encontrado en las dos descripciones.
¿Tenían las nubes voluntad propia? ¿Obedecían a dictado humano? Porque un ser humano sí podemos entender que, si tuviera mando sobre las nubes, pudiera decidir tal cosa. Pero la Naturaleza … difícilmente. Situémonos en Chiva el lugar de la pareja que vivió el suceso. Está a la izquierda, arriba. Dista unos 35 kilómetros, en línea recta, del mar. Treinta y cinco kilómetros.
Lo que se deduce de las dos declaraciones es que el aluvión se originó por descarga de nubes que se estacionaron sobre la «zona cero» durante 20 hora seguidas, derramando entre 400 y 600 litros por hora. Esta es una cantidad asombrosamente alta. Y la permanencia durante 20 horas sobre el mismo sitio es, asimismo, asombrosa.
Ya tenemos dos hechos asombrosos que han caracterizado al mismo fenómeno, la «gota fría» sufrida el Martes 29 de Octubre en la zona Sur de Valencia. No los olvidemos. Porque ahora tenemos que dar entrada a otros sucesos de orden parecido al que nos ocupa, aunque se dieran en latitudes muy diferentes. Pero eso será ya mañana.
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