Armas de destrucción masiva retardada y epidemia que no hubo

Armas de destrucción masiva retardada y epidemia que nunca existió

 

 

 

 

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              Final de los tres capítulos anteriores: 
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                  https://laverdadsololaverdad.com/un-primer-vistazo-a-una-panorama-desolador
                  https://laverdadsololaverdad.com/diseccionando-el-mundo-medico
                  https://laverdadsololaverdad.com/soborno-dilatado-o-acuerdo-entre-caballeros

 

              Si con lo que el Lector ha visto en esta página no entiendes de qué va esto del COVID, puede pasarse por la página de «otras falsas pandemias» donde podrá comprobar la similitud en los comportamientos del Sistema Médico, Mediático y Político, tanto nacional, internacional, como supranacional (OMS), en relación con la «pandemia de la gripe A» en el 2.009. Fue una copia calcada de la actual «pandemia» del COVID. Y guarda grandísimas similitudes con el SIDA.

              Si tiene más interés sobre el SIDA, puede visitar el apartado de la videoteca.

              Si, una vez conocido el tema del SIDA, quiere informarse de lo que está pasando ahora con el COVID, puede conocer todo sobre la pandemia del Coronavirus en esta página.

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Comentario de esta Casa. Armas de destrucción masiva retardada y epidemia que no hubo

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              Ahora que han pasado muchos meses desde que se inició el desgobierno y la matanza, conviene que reflexionemos sobre lo que realmente ha sucedido. Sobre el papel de ciertos Ejércitos en lo que está pasando. Y en cómo funcionan unas armas y se echa la culpa de sus efectos a otros sucesos. Sucesos que se finge para que parezcan naturales, invisibles, inevitables. Fruto del azar, de la mala suerte. Que si los

murciélagos, que si los pangolines … 

              Pero no son naturales, ni inevitables. Son fruto de voluntades maquiavélicas, diabólicas, asesinas. Y debemos descubrir y apuntar con el dedo acusador a los culpables. O seguiremos siendo un blanco fácil, una diana inocentemente estúpida. Una victima que ni siquiera se da cuenta de con qué arma la aniquilan.

              Rememoremos un poco el inicio de todo. Hemos de situarnos en Marzo de 2.020. Y tener bien en cuenta que en aquellos momentos acudieron a los Hspitales cantidad de enfermos que fueron diagnosticados por los Médicos de guardia de «Neumonía bilateral». En una gran mayoría eran personas mayores con comorbilidades. En aquellas fechas no había ni vacunas, ni text PCR.

              ¿Qué tenían aquellos enfermos? ¿Qué les causaron los síntomas que tenían? Antes de que les pudieran aplicar un tratamiento u otro, acertado o no tan acertado, aquellas personas enfermaron simultaneamente. Y enfermaron por algo. ¿Qué se lo causó? Hemos de centrarnos en los primeros momentos de la inusual «epidemia».

              Tuvimos la suerte de escuchar desde el primer momento, entre otros, a un Medico español, el Dr. Sevillano, que explicó con gran claridad que en su área de atención vio dos hechos que coincidían: Por una parte una relación estadística inquietante entre las antenas de Telecomunicaciones y las personas que enfermaban y morían. Vivían cerca, al lado, de potentes antenas de Telefonía móvil. Y por otra parte, los síntomas que tenían no eran de una «enfermedad», sino de un «síndrome», del «sindrome» de radiación, que los Médicos conocen bien.

              Hemos recuperado un vídeo en que el mismo Doctor Sevillano expuso en 2.021 un resumen del desarrollo de ese síndrome, sus etapas y la situación actual y a futuro. Oyendo la primera mitad del vídeo uno puede comprender bastante bien el origen del problema y el oscuro horizonte que tenemos planteado.

              Una enfermedad causada por un microbio orgánico afecta a un órgano principalmente, hay un «órgano diana». En el caso que nos ocupa se afectan todos los órganos del cuerpo. Luego no es un microbio, un «bichito». Se han observado «pulsos» en la radiación electgromagnética de las ondas telefonicas. Pulsos del orden de 10 vces o más la intensidad normal de emisión. Esto ocurre en las ondas telefónicas, de ordenadores y de la televisión. Y esos pulsos son especialmentre dañinos para el organismo. Se miden con un medidor de ondas electromagnéticas. Se venden en Amazon.

              El vídeo que ofrecemos es largo. Basta con oír la mitad o algo menos para entender el origen del problema, explicado con claridad y precisión.

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Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=LTp0jyL969Q

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              Las vacunas que han introducido en muchas personas añaden una incógnita nueva. ¿Qué grado de influencia pueden tener ante nuevas «ondas electromagnéticas» que hay en la atmósfera? Lo que resulta evidente es

no volverse a meter más substancias desconocidas en las venas.

              Y confiar que en la mayoría de los inoculados se hubiera metido un placebo, o agua destilada, algo no nocivo. 

             Pero no nos engañemos. Han iniciado una Guerra encubierta y quieren nuestro daño. No se lo pongamos fácil. Apoyemos a cualquier colectivo que sea atacado por los Genocidas. Como Ganaderos, Agricultores o cualquier otro. El daño que les hacen a ellos va a repercutir en toda la población en unos meses.

               

 

 

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