Adriana Lastra dice Adios al Ejecutivo

Adriana Lastra dice Adios al Ejecutivo

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Adriana Lastra dice Adios al Ejecutivo

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……….   Una cosa es lo que ha pasado y otra lo que se dice que ha pasado. Ante todo hay que dar la impresión de normalidad, de que no pasa nada, nada anormal. Y por eso se habla de «forzar una dimisión» y de anular «resistencias internas». Pero son demasiadas «resistencias internas» en los últimos meses. Y si no, juzgue el lector: El Ministros Ávalos, el Asesor de oro Iván Redondo, la Vicepresidenta Carmen Calvo, la Vicesecretaria Adriana Lastra, la Fiscal General Dolores Delgado.

……….   Y en cartera, la anunciada dimisión de la Ministra de Defensa, Juez ella. Ahora que ya ha pasado la cumbre de la OTAN en Madrid. Al Presidente la crecen las «resistencias internas» como hongos en tiempo húmedo. Y ello en un momento delicado, con las eleccines andaluzas recién pasadas. Y en mala hora. 

……….   La versión que damos desde aquí es muy diferente: Sólo los muy involucrados, los afectos a disciplinas personales con seres de mucho poder internacional van a resistir. Hasta que lo hagan. Los demás, los que están ligados sólo al representante nacional del Plan, al líder del partido local, van a hacer cálculos y van a comprender la realidad mucho antes. Ya lo sospechan. Todos. Pero una cosa es removerse inquieto en el escaño – o en el sillón del Consejo de Ministros – y otra presentar la dimisión.

……….   Para eso hay que tener a mano una «opción B» segura, infalible, suficiente. Y no todos la tienen. Porque hay que dar de comer a la familia hasta que nos vayamos al otro mundo. Y para eso pueden faltar aún muchos años. Por eso hay muchos que reflexionan, calculan y esperan. 

……….   Pero los hay que no ven seguro el futuro en su actual posición de mando. Y buscan una manera digna de emigrar a sitios de menor responsabilidad. Porque tienen que «nadar y guardar la ropa». Se han dado cuenta de que están metidos en un barco que es peligroso. Para ellos, para su futuro y para su familia. Y esto es lo primero, piensan. Porque la segunda circunstancia adversa es que se han dado cuenta de que el barco en el que navegan hace aguas. Por muchos lados. Y va a zozobrar en pocos meses ya, piensan. Hay que aligerar.

……….   Tal vez no la última dimisionaria, porque ha actuado en solitario. Y en solitario se tiene menos fuerza. Pero en una u otra ocasión es induduble que el o los dimisinarios han pedido al Jefe del Ejecutivo pruebas sólidas, científicas, irrebatibles, de que están en el bando bueno, en el de la Verdad, la Justicia y la Ciencia.

……….   Aquí imaginamos la conversación más o menos de este tenor: 

……….   «Verás, Pedro. Por la mucha confianza y camaradería que nos une, no quisiéramos que esta petición que vamos a hacerte te moleste, ni te preocupe. Los preocupados somos nosotros. Mucho menos queremos que te enoje. Pero necesitamos basar en firme nuestra convicción de estar defendiendo lo mejor para la nación, lo mejor para los ciudadanos, para el partido, incluso.» 

……….   Siempre es difícil plantear una exigencia al propio Jefe. Por eso tal vez el Jefe quiso salir de dudas cuanto antes.

……….   «Dejaros de rodeos y decidme exactamente qué queréis planterame.»

……….   Y el más cercano al Jefe – o la dimisionaria, si estaba sola – respondería algo así como …

……….   «Bien, iré al grano. Para mi tranquilidad, para no tener ya más dudas, necesito que me facilites acceso a Informas serios, de personas especializadas de prestigio internacional, de que estamos acertadno con todasl las medidas que estamos tomando. Y que nosootrs apoyamos y transmitimos hacia abajo.

……….   En concreto, de que el virus existe, es real, está secuenciado. Que no hemos montado todo esto por un virus fantasma, inexistente.

……….   De que las restricciones que hemos ordenado son efectivas, que están respaldadas por experiencias anteriores que supusieron una mejoría en las ciudades en que se aplicaron.

……….   Y de que las vacunas llevan dentro la solución del virus.  No substancias extrañas que procuran la muerte de una parte importante de los que las reciben.

……….   Que el cambio climático es una realidad; que hay estadísticas de sobra que lo cofirman.

……….   Que las objeciones que nos ponen los «negacionistas» del cambio climático y de las vacunas no son ciertas, ni científicas, ni responden a una realidad. Necesitamos estar plenamente convencidos de que defendemos soluciiones reales, comprobadas anteriormente, no ensayos a ciegas.

……….   Informes de Científicos de fama mundial, de varios. Que dejen claro que nosotros tenemos razón y los que nos rebaten están equivocados.»

……….   El Jefe se habría quedado pensativo unos segundos. ¿Jugaría la carta de la ira? ¿La de la lástima? ¿La de la autoridad? ¿O una mezcla de todas?

……….   Decidió dejar hablar a su corazón, a lo que sentía en esos momentos. Sentía decepción, cansancio, hastío. Ya había pasado por esta situación varias veces. Y había visto qué cartas no funcionaban. De hecho, no funcionaba ninguna.

……….   Para cuando sus subordinados – y amigos – se decidían a hablar con él de sus dudas, su dimisión iba a seguir de inmediato. Sabía que sus interlocutores acabarian abandonándolo en pocos días. En horas. No aguantarían ni 24 horas. De modo que decidió ser relativamente sincero.

……….   «Creo que os comprendo, empezó. Habéis acudido allá donde no conviene acudir, donde es mortal acudir a aprender conceptos desconocidos. Habéis escuchado al enemigo, al enemigo de España, de Occidente, y del mundo. Y os han convencido de que los equivocados somos nosotros. Me decepcionais.

……….   De nada han valido los años que hemos trabajado junto, codo a codo, para mejorar la sociedad española. Todo eso se he esfumado con cuatro Informes de mierda, salidos de nadie sabe dónde, preparados por personas que saben mucho más que vosotros, y que yo, incluso. En temas que nunca hemos estudiado, ni preparado para enjuiciarlos, no hay más remedio que basarse en lo que digan peronas que entienden, compañeros. Personas que entienden. Expertos. Y los que me han remitido, ya os los he pasado a vosotros. Sabéis tanto como yo. Si ellos no os sirvan, yo ya no puedo hacer nada más por vosotros …»

……….   Adrede, dio un aire cansado a sus últimas dos frases. Al final, le había salido la «opción de la lástima», que sintieran lástima de verlo tan cansado, tan solo, tan decaído. Quizás ello llevara a sus sinterlocutores a replantearse su dimisión.

……….   Adriana, sin embargo, había insistido Conocía su empeño, su fuerza.

……….   «Pero, Pedro, ya los he leído y releído, una y mil veces. Ya me conoces. Y yo, que no soy especialista en esos temas, les veo fallos. No tienen una base sólida, real, Se basaron en estudio de modelos. Y todos sabemos que un modelo es una creación humana, es modificable. De hecho, se puede hacer para que resulte lo que uno quiera.

……….   Y las mascarillas nunca se han usado a nivel general. Ni las cuarentenas. Se han aplicado a los enfermos, no indiscriminadamente a sanos y enfermos, como hemos hecho nosotros. Con un gran daño a la Industria y el Comercio. Ni la vacunación. Hacerlo como lo hemos hecho se presta a peligros grandes. Y eso se sabe desde hace decenios. 

……….   No es que estamos equivocados en un aspecto del problema, o de la solucíón, Pedro. Es que nos habríamos equivocado en casi todo. Y las consecuencias pueden haber sido horribles para el país … Te pido que me saques de mi duda, Pedro, de mi preocupación. Muchas noches no puedo ni dormir …»

……….   «En lo que no dominamos, Adriana, hay que hacer casos a expertos que sí que saben de esos temas en concreto. Yo he hecho caso a unos expertos, los que personas de mi plena confianza me han dado por buenos. Y te invito a hacer lo mismo y descargar tu responsabilidad. Ten esos Informes en tu mesila de noche. Y si algún dia alguien te viene a pedir cuentas, sácalos y dile que tú hiciste caso a esos expertos.»

……….   Y ahí terminó la reunión. Adriana comprendió que no sacaría  a su Jefe de la postura que le había explicado. No merecía la pena seguir hablando. Ahora debía preparar su salida B. Ya había echado algún cable y sabía que tenía opciones de trabajo. Tenía 43 años y media vida profesional por delante. Sólo quedaba confiar en que las cosas no se pusieran demasiado duras para los políticos. Ella declararía que habia sido engañada. Los Informes «de la mesilla» los tenía ya en la caja fuerte de casa de sus padres. Por si acaso. 

……….   Al día siguiente, en un apartado, en una salita del Ferraz, planteó su dimisión de todos los cargos. Para mejor encajar el hecho en la dinámica actual, el líder le pidió que no renunciase de momento a su escaño. Que ya le diría él cuándo hacerlo. Lo que sería en un plazo máximo de cuatro meses. Estuvo de acuerdo. Ella no quería perjudicar al partido. También se comprometió a no hacer ninguna declaración sobre sus motivos. Por la misma razón.

……….   Es posible que veamos una cadena larga de dimisiones. No sólo en España, sino en Europa también. Deben dimitir los más inteligentes. Y permanecer hasta el final los más ligados del Plan. De forma que ahora han comenzado en el mundo tres carreras.  

……….   La primera, de políticos de segunda fila que dimiten. Debemos estar atentos a esa carrera. Significa un debilitamiento de la postura del Sector Occidental del Plan, de Davos. Y es positivo para las victimas, nosotros.

……….   La segunda es de países que, como Sri Lanka, entran en crisis aguda y la población se echa a la calle en contra de sus politicos. También significa un debilitamiento de la postura del Sector Occidental del Plan, de Davos. Y es positivo para las victimas, nosotros. Máxime si esas actuaciones se dan en Europa.

……….   La tercera – y perjudicial  para nosotros – es qué tipo de arma se va a emplear contra nosotros en los meses próximos, antes de fin de año. Durante el Otoño. Es su última ocasión de hacernos daño. Y ver el alcance y mortalidad de ese arma. Hay que resistir a ese arma para dar tiempo a que las dos carreras arriba descritas terminen por derribar al gigante de los pies de barro …                           

 

 

                                            

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